¿Qué hay que tener en cuenta elegiendo un sistema de videovigilancia?
Las cámaras de seguridad son cada vez más compactas y potentes, y resulta difícil imaginar cómo sería sin ellas el sector de la Seguridad. Para elegir el sistema más adecuado, deben tenerse en cuenta distintos criterios que permitan encontrar la solución óptima de acuerdo con las necesidades. Los diez puntos de la siguiente comparación entre sistemas analógicos y digitales puede resultar de ayuda a la hora de tomar una decisión.
1. Aplicación prevista
Si el sistema de videovigilancia tiene que proporcionar detalles en alta resolución, los sistemas IP de megapíxeles son la elección correcta. Una cámara de red de Mobotix con 3,1 megapíxeles, por ejemplo, recoge 30 veces más detalles. Las cámaras analógicas de alta resolución son capaces de captar más fragmentos, pero tienen problemas al reproducir las imágenes en movimiento.
También deberá tenerse en cuenta si estos dispositivos tienen que grabar tanto de día como de noche, o si van a estar sometidos a temperaturas extremas.
La vigilancia acústica representa un papel cada vez mayor. En los sistemas analógicos, la audiovigilancia solo es posible si se dispone de líneas independientes de sonido. Las cámaras de red con sistema de audio integrado graban datos de audio y los sincronizan con los de vídeo o, incluso, integran ambos en el mismo flujo de vídeo para enviarlos seguidamente al centro de vigilancia y/o de grabación a través de la red.
2. Estructuras ya existentes
Debido a que en muchas empresas ya hay instaladas redes IP, la integración de sistemas de seguridad IP suele ser relativamente fácil y asequible. En el caso de las camaras, genera costes mucho menores que la transmisión analógica, puesto que ya se dispone de la infraestructura necesaria. Con los dispositivos analógicos, un problema y un factor que produce costes es la instalación adicional de la alimentación eléctrica. La cámaras IP utilizan con frecuencia el estándar IEEE 802.3af de PoE (Power over Ethernet).
3. Encuadre
Tanto los sistemas analógicos como los digitales ofrecen cámaras para distintos campos de aplicación con los encuadres necesarios. Una ventaja decisiva de los sistemas de megapíxeles es que, gracias a su elevada resolución, requieren menos cámaras que los analógicos o los sistemas IP normales para ofrecer los encuadres necesarios. La tecnología de lentes hemisférica permite obtener incluso una vista panorámica (instalación en pared) o una de 360 grados (instalación en techo), lo cual permite vigilar un recinto con una sola cámara.
4. Transferencia de datos/ ancho de banda
Una ventaja de la tecnología analógica es que, debido a que dispone de una vía de transferencia exclusiva, no depende del ancho de banda disponible en la red. En la tecnología digital, esto es distinto. Si se utilizan varias cámaras IP o resoluciones elevadas de megapíxeles, en el caso de muchas cámaras es necesario instalar una red especial de vídeo para evitar problemas con el ancho de banda. Cuando el volumen de datos es elevado, también es recomendable que éstas dispongan de QoS (Quality of Service) para asegurar el ancho de banda requerido para el flujo de vídeo y para la transmisión de comandos de control a través de la red.
El sistema descentralizado de Mobotix sigue un camino distinto, que consume un ancho de banda menor. Cada cámara dispone de un ordenador de alto rendimiento y, en caso necesario, de una memoria flash digital de larga duración (tarjeta MicroSD) que permite grabar datos durante varios días. Este sistema consume menos ancho de banda de la red, ya que los datos se procesan en el propio dispositivo y no es necesario transmitir constantemente las imágenes de alta resolución para que sean analizadas.
5. Almacenamiento de datos
La grabación de los datos de vídeo en sistemas de videovigilancia analógicos suele tener lugar, hoy en día, en un grabador de vídeo digital (DVR) o en sistemas NAS o SAN. Las imágenes pueden verse en tiempo real a través de distintas pantallas, para lo que tienen que digitalizarse previamente. Las cámaras no disponen de memoria integrada, por lo que pueden perderse datos si fallan los sistemas de almacenamiento centrales.
Esto también puede suceder con las cámaras de red si no poseen memoria interna. Si, por el contrario, disponen de ella, es posible superar fallos en la red de varios minutos, un mantenimiento breve de los componentes de la misma o el cambio o reinicio del ordenador de grabación, sin que se pierdan datos.
6. Acceso remoto
Las cámaras de vídeo IP permiten la vigilancia desde casi cualquier lugar, solo es necesaria una conexión a Internet y un dispositivo terminal que pueda conectarse a dicha red. Lo mismo puede decirse de los sistemas analógicos, siempre que los datos de vídeo se digitalicen con posterioridad. La ventaja de las cámaras de red es que permiten contemplar en tiempo real las imágenes en cualquier ordenador con acceso a Internet, siendo posible realizar al mismo tiempo una búsqueda en la imágenes grabadas.
7. Posibilidades de ampliación
Al actualizar y modernizar los sistemas de vídeo con cámaras CCTV puede utilizarse el cable coaxial ya instalado, con la condición de que se cumplan las especificaciones del sistema sobre ‘apantallamiento’ o longitud de los cables. Con frecuencia, al cambiar de sitio una cámara analógica se tiene que tender de nuevo el cable coaxial, mientras que en el caso de una de red solo es necesaria una conexión a la red.
8. Seguridad
La transferencia segura de los datos de vídeo desde las cámaras de seguridad es de vital importancia. En el caso de las analógicas, la señal de vídeo se transmite a través del cable coaxial sin autentificar o codificar, por lo que dichas señales pueden desviarse o sustituirse fácilmente. Con las de red, la transmisión de vídeo tiene lugar después de codificar los datos, impidiéndose el acceso o la manipulación de los mismos sin autorización. Existe incluso la posibilidad de reaccionar a los ataques de hackers por medio de certificados codificados. El flujo de vídeo puede dotarse también de marcas de agua codificadas que contienen información sobre imágenes, horas, lugares, usuarios y/o alarmas para generar un conjunto de pruebas.
9. Costes
Si ya hay instalada una infraestructura de IP, los sistemas de vídeo en red son, en general, más asequibles que la adquisición de un sistema analógico con DVR. El sistema raramente requiere mantenimiento, lo que también permite ahorrar mucho tiempo y, sobre todo, dinero. Por razones de seguridad, para las empresas es recomendable planificar una red independiente para vídeo exclusivamente si se prevé instalar un gran número de cámaras IP. Si esto hace necesario tender cables nuevos, no puede afirmarse de forma general que los sistemas digitales sean “más sencillos” o “más baratos”. El sistema descentralizado constituye una excepción a lo anterior, ya que los datos se procesan en la propia cámara y no es necesario transmitir constantemente las imágenes de alta resolución para que sean analizadas. En este caso, la carga de la red solo aumenta ligeramente, aunque se disponga de un gran número de cámaras de megapíxeles.
10. Proyección de futuro
Si en el futuro está prevista la ampliación de los sistemas de seguridad o su integración con otras aplicaciones digitales, los sistemas de vídeo en red son la mejor solución, ya que son los únicos que permiten integrar sistemas externos como sistemas de alarma de incendios o intrusión, gestión de edificios y control de accesos. Los sistemas analógicos no ofrecen estas posibilidades.
Para elegir el sistema de videovigilancia recomendamos ponerse en contacto con el servicio técnico de "Areon STE". Nuestros especialistas eligeran el mejor de los que hay en el mercado, teniendo en cuenta la función que queramos dar a la videovigilancia.
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Via http://www.seguritecnia.es